El vídeo ‘a lo Garzón’ que desenmascara a Sánchez: «Hay que reducir el consumo de carne»
Pedro Sánchez trata de desmarcarse a la desesperada del ataque de Alberto Garzón al sector cárnico español. Sin embargo, el presidente socialista ha abogado por las mismas tesis que el ministro de Consumo, apostando por la reducción del consumo de carne y cuestionando a las grandes granjas.
En octubre de 2019, Sánchez participó en una campaña de UNICEF en la que los niños planteaban sus preguntas a los candidatos a las elecciones generales de ese año. En concreto, una de las pequeñas, Lara, trasladó la siguiente cuestión: «Ahora mismo la producción de carne es una de las principales causas del cambio climático y la deforestación a nivel mundial, ¿Qué haría para reducir la contaminación que esto produce?».
A lo que Sánchez asintió. «Pues tienes razón, Lara. Todos tenemos la responsabilidad de abordar la crisis climática, la crisis ecológica y actuar con urgencia para proteger a las generaciones futuras», afirmó el socialista.
Menos carne
En un discurso idéntico al de Garzón, añadió: «Debemos reflexionar sobre la reducción del consumo de carne, apostar por la ganadería ecológica, una ganadería a menor escala, de gran valor ambiental, social y que, además, genere empleo en el medio rural, que es uno de los grandes desafíos que tenemos». En definitiva, según Sánchez, «alimentos seguros, mejores, más sanos y más respetuosos con el medio ambiente». «Esa es nuestra propuesta», presumió el socialista.
Un mensaje que, ahora, el propio Sánchez intenta desacreditar, consciente del enfado del sector ganadero tras las declaraciones de Garzón en The Guardian, donde aseguró que España exporta carne «de mala calidad de animales maltratados».
Este lunes, sin ir más lejos, el presidente del Gobierno aseguró lamentar «muchísimo» la polémica suscitada por las declaraciones del ministro de Consumo y defendió la calidad de la carne que produce España. «Más allá de las declaraciones, el Gobierno se expresa en el Boletín Oficial del Estado, en las políticas que pone en marcha y en los acuerdos que logra con el sector agrario», subrayó.
En julio, el socialista ya se afanó en desautorizar a Garzón después de que este apostase, igual que él, por reducir el consumo de carne, replicándole con una frase que fue muy comentada: «A mí donde me pongan un chuletón al punto… eso es imbatible».
Carne y pandemias
Pero cabe recordar que el propio Sánchez aboga por reducir el consumo de carne en su Plan España 2050, que presentó el pasado mayo a bombo y platillo. En ese documento, se apuesta por un cambio radical de los hábitos alimenticios de los españoles, asegurando que el consumo cárnico es «entre dos y cinco veces superior al recomendable».
Incluso se llega a vincular la «demanda de proteína animal» con las pandemias. «Nuestra relación con el medio ambiente también está detrás de la pandemia del coronavirus. Las pandemias zoonóticas como esta (provocadas por enfermedades transmisibles entre animales y humanos) son el resultado de la forma en que la humanidad obtiene y cultiva alimentos, y comercia y consume animales, alterando los ecosistemas naturales, reduciendo la biodiversidad y facilitando la propagación de patógenos», se recoge literalmente en uno de los párrafos.
Como reveló OKDIARIO, Sánchez se apoya en un informe en el que se asegura que el modelo de producción cárnico en España es «un peligro para la salud pública». Se trata de un estudio de Greenpeace -La insostenible huella de la carne en España- incorporado en los anexos del Plan 2050 y que ofrece un pésimo retrato del modelo cárnico en el país.
«El modelo predominante de ganadería en España es totalmente insostenible. Pese al elevado impacto medioambiental, económico, social, sanitario, al bienestar animal y la amenaza a la soberanía alimentaria vemos cómo la producción de alimentos de origen animal no para de crecer así como los proyectos de ganadería industrial, ya que se está apostando totalmente por un modelo orientado a la exportación, sin pararnos a pensar en la nefasta herencia que deja en el territorio y el daño global al planeta», recogen los ecologistas en el estudio apoyado por el presidente del Gobierno.